La pandemia demostró que gracias a las plataformas digitales podemos seguir nuestras vidas sin interactuar de forma presencial. Con sus miles de herramientas de formación, conectividad y oportunidades de transacción, Internet suplió el espacio dejado por el Covid-19, posicionándose como el principal canal de comunicación y educación.

Y si bien el potencial de Internet con los millones de tutoriales y material de formación es inmensurable, muchos jóvenes sacaron la peor parte: procrastinación, video juegos, adicción al chat, a la imagen y un porcentaje relevante perdió el interés por realizar actividades presenciales.

¿En qué consiste un curso de desintoxicación digital?

  • Al igual como en una dieta no dejamos de comer, sino que nos regulamos para elegir nuestras comidas, en este proceso desarrollaremos herramientas para decidir cómo ocuparemos nuestro tiempo.

  • Es un programa de cuatro etapas que se complementa con material de lectura, charlas, videos, ejercicios personales y desafíos y actividades familiares

  • El curso comienza explicando cómo se produce la adicción digital, para luego prepararnos física, mental y emocionalmente antes de dejar el hábito de revisar constantemente nuestras pantallas.

  • En la tercera parte decidiremos cuánto tiempo y qué tipo contenido debemos por nuestras actividades y trabajos ver, y comenzaremos a planificar qué tecnologías se podrían eliminar.

  • Y finalmente, una vez terminado el proceso de desintoxicación digital, incorporamos las tecnologías de una forma sana y balanceada.